El calzado es una de las partes más importantes de nuestro atuendo, por lo que llevar un zapato cómodo y bueno es fundamental.
En ZOE Catálogos sabemos que cuando una persona adquiere un par de zapatos espera que le duren mucho tiempo, ya que consideran que no sólo
están pagando por la apariencia y comodidad, sino también por la duración. La vida y comodidad del calzado depende del cuidado
personal y uso apropiado hacia él. Si bien influye la calidad de algunos materiales y mano de obra, ésta la determina el uso adecuado,
el cuidado y mantenimiento que se tenga.
La limpieza apropiada ayuda a prolongar la buena apariencia y la vida útil de sus zapatos.
Si estos no se limpian correctamente, la suciedad se meterá en la piel dañando su apariencia y su valor. Sabías que en tiempo de lluvia
el calzado sufre más desgaste; el exceso de humedad daña las costuras y adhesivos, no importa la calidad que el calzado tenga, dura hasta
un 40% menos tiempo. La talla o medida de un calzado se encuentra en el interior de éste;
dichas proporciones las rige la horma, la cual guarda un equilibrio a lo largo y ancho de acuerdo a las medidas de un pie promedio.
Dicho equilibrio origina el llamado buen calce o adaptación al pie.
Las hormas llevan un exceso a lo largo en consideración
al largo real. Cuando el cuerpo se apoya al dar el paso, el pie se expande haciendo uso de parte de esos excesos. Los dedos no deben
de tocar los interiores, ya que causaría dolor con el roce constante o formación de callos, afecciones o deformaciones de los pies.
Es importante indicar que la horma y sus medidas son conforme a un pie promedio y no a todas las personas les calza igual, ya que
existen infinidad de pies con diferentes características en la misma talla. Sabías que todas las personas tenemos un pie más
grande que el otro, a la mayoría le ajusta más el izquierdo, a otros el derecho. Esto es normal no hay de qué alarmarse.
Un calzado chico o apretado consecuencia de una mala elección de talla y de horma provoca menos duración y deformaciones en el
corte del calzado. Un calzado grande o flojo, provoca que éste dure menos, deformándose el corte por exceso de arrugas. El uso de plantillas
puede ayudar a corregir el problema. Sabías que el calzado es el único accesorio que influye directamente en el estado de ánimo; su buen
calce y apariencia provocan seguridad y autoestima.
¿Cómo conservar en perfecto estado mis zapatos? •De ser posible no uses el mismo par dos días seguidos;
la piel, los forros y la planta absorben la humedad de la transpiración de los pies, misma que tarda en secar mínimo un día.
- Para guardar tus zapatos, coloca relleno de papel periódico, esto ayudará a conservar una mejor apariencia. Recuerda que está humedo,
si se seca sin relleno, con el tiempo se arrugarán tanto la piel como el forro, así como las plantillas se deteriorarán con mayor facilidad.
- Usa calzador para ponerte el calzado, esto evitará el forcejeo de talones, la ruptura de costuras y que se aflojen los tacones,
en el caso de las zapatillas.
- No sumerjas el calzado en agua para lavarlo, esto incluye tenis y calzado textil.
- Cuando por exceso de lluvia el calzado se encuentre mojado, no lo saques al sol, ni en lugares calientes o fuentes de calor. Sécalos a la sombra
por el tiempo que sea necesario y coloca inmediatamente rellenos de papel.
- Cuando subas escaleras, procura pisar apoyando el pie
con la punta del calzado; esto evitará que puedas lesionar el tacón.
Limpieza del calzado
- El calzado de piel con charol debe de ser nutrido con crema o aceite.
- La piel del calzado mal cuidado acaba secándose y resquebrajándose
tarde o temprano. Un buen cuidado alargará su vida. Para ello necesitarás un cepillo que ayude a retirar el polvo o tierra concentrada.
- El pulir o darle brillo a la piel es un importante modo de conservar su suavidad y bella apariencia.Los productos para brillar contienen tintes
y pigmentos que cubren las raspaduras y renuevan los colores.
- Los acondicionadores suavizan, lubrican, y dan humedad a la piel,
para prevenir la resequedad que los cuartea. La piel bien acondicionada mantiene su flexibilidad haciendo que luzca y se sienta como nueva.
- Es recomendable usar en el interior del calzado talco u oxido de zinc para evitar el mal olor, consecuencia del pie de atleta o de alguna reacción de
los componentes químicos en los materiales.
- Para retirar o ponerte unos zapatos, afloja las cintas y hebillas, así como baja los cierres totalmente.
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